1. PORQUE MUCHAS DE LAS ACTIVISTAS CONSIDERAN QUE LAS MUJERES SON VÍCTIMAS ETERNAS y utilizan esta fecha para aclamarlo. "¡Las mujeres hemos vivido bajo el yugo masculino durante mucho tiempo!", vociferan, olvidando que no se puede juzgar una época de acuerdo a lo que se vivió en otros tiempos. "Ah, pero si todavía hasta hoy existen hombres maltratadores", alegan, sin darse cuenta que a ese tipo de personas no se las pueden erradicar por completo, a menos que nos pongamos en modo nazi y empecemos a asesinar a todos los locos y locas (o los que nos lo parezcan) y así quedamos pura gente de bien, pero no creo que las señoras admitan la eugenesia de sus congéneres, porque así ya se estarían comportando como sus "opresores".
Algo semejante le ocurrió a López Obrador, el ex presidente de México, pero en otro sinsentido, cuando dijo que los españoles debían pedir disculpas por los atropellos cometidos en la conquista. ¡Sí, aunque parezca increíble! Después de más de quinientos años de la fatal historia, un mexicano, que vive rodeado de lujos y muchos haberes, le exige a los españoles, que pidan disculpas por cosas que ellos ni siquiera cometieron. O sea, puro anacronismo, puro populismo, demagogia de la buena, pero purulenta, que no permite la reconciliación ni la buena convivencia.
Lo mismo pasa con el feminismo que promueve el 8M: resentimiento, culpa y, lo que más las representa, victimismo.
2. PORQUE FECHAS COMO ESTAS SOLO PERMITEN QUE VEAMOS UNA PARTE DE LA REALIDAD, y solo la que favorece a las mujeres, obviando la grave crisis por la que pasan los varones actualmente. Para muestra, solo estos botones:
Educación: de acuerdo a las estadísticas reportadas por el INEI (2023), en nuestro país el 92.7% de niñas y el 89.9% de los niños matriculados en el Nivel Inicial, asistieron efectivamente a clases, siendo el grupo masculino, el de mayor deserción. Algo parecido ocurrió en el nivel Primaria, que, según da cuenta el mismo Informe, las niñas asistieron a clases en un 98.8%, mientras que los niños cubrieron el 97.8% de asistencia. Y en el nivel Secundaria se registra que el número de mujeres que asistió a su centro educativo fue del 87,5% y el número de varones alcanzó tan solo el 86.4%.
Estas cifras nos hacen suponer que la educación masculina está en riesgo. Quizá no parezca tan preocupante si uno hace las sumas o restas correspondientes, pero en nuestro país, cuando algo empieza a ir mal no hay que hacerse de la vista gorda, pues todo tiende a empeorar. Y si por ahí hay alguien que intenta desmerecer estas estadísticas, solo habría que ponerle en la situación contraria, es decir, que suponga que estos índices de deserción son femeninos, y verá cómo empieza a surgir en su interior la indignación y el deseo de protesta.
Muerte laboral: El Boletín Estadístico Mensual de Notificaciones de Accidentes de Trabajo, Incidentes Peligrosos y Enfermedades Ocupacionales. Diciembre - 2023, del MINISTERIO DE TRABAJO Y PROMOCIÓN DEL EMPLEO, revela que, en cuanto a los accidentes de trabajo no mortales, evaluado por sexo, quienes suelen llevar la peor parte, son los varones. De los 2198 trabajadores que se accidentaron durante el día, 1753 fueron de sexo masculino; de los 173 que se accidentaron en horario nocturno, 136 fueron varones.
Cuando se revisa el cuadro de Notificaciones de accidentes de trabajo por sexo, según consecuencias del accidente, observamos que quienes sufrieron más accidentes incapacitantes fueron los varones (de un total de 589, suman 479), y si nos referimos al número de accidentes mortales, otra vuelta los "opresores" siguen llevando la ventaja (de un total de 60, suman 49).
Pero eso no es nada comparado con el cuadro de Notificaciones de accidentes de trabajo, por sexo, según agente causante, según el cual, en casi todos lo casos, quienes suelen tentar a la parca en cuantiosas oportunidades son los varones, mientras que las mujeres están sumamente protegidas por el amparo divino, o porque los trabajos que desarrollan no son tan peligrosos.
A todo esto, una feminista de las que ahora sobreabundan diría que eso sucede porque quienes tienen más oportunidades de trabajo son los varones, y que las mujeres, al ser relegadas del ámbito laboral, también tienen menos decesos, omitiendo que muchos de los privilegiados trabajan informalmente, sin ningún tipo de garantía ni seguridad para sus vidas. Y que cuando un varón tiene que sostener una familia, lo menos que le interesa es si el trabajo concede aguinaldo, seguro o algún tipo de beneficio extra, porque lo único que necesita con urgencia es el dinero. No sucede lo mismo en el caso de las mujeres, quienes en su gran mayoría prefieren quedarse en casa echadas en el sillón que someterse al duro trabajo con máquinas o llevando sobre sus hombros ladrillos, cemento, arena, piedras, etc. Por esto, y por otra razones las mujeres mueren más viejas y por otras razones, entre ellas, la obesidad (Pajuelo, et. al. 2019).
Suicidio: Dice Milagros Berríos, en un reciente artículo publicado para el portal Ojo Público, que, en nuestro país, hay un altísimo número de mujeres que reportan intentos de suicidios. Para sostener su argumento se vale de la estadística del CDC del MINSA, según la cual, en el 2023 se reportaron 1472 casos de intentos de suicidios femeninos, mientras que del lado masculino a penas se contabilizan unos 620 casos. Sin embargo, algo que me deja realmente sorprendido es que la periodista se concentre tanto en los intentos de suicidio (que son alarmantes, hay que aceptarlo) y solo le ofrezca unas cuantas líneas a los suicidios concretados, los cuales son efectuados, según informa la misma columna , mayormente por varones (69%).
¿Será que los varones estamos más desprotegidos emocionalmente que las mujeres? ¿Será que, a lo largo de nuestras vidas, se nos hace complicado desarrollar el equilibrio emocional que muchas mujeres tienen instalado desde ya en sus genes? ¿Será que nuestro caso requiere igual o quizá mayor alarma que la situación femenina? Y si a todo esto se puede responder afirmativamente, ¿por qué queremos tapar el Sol con un dedo y seguir gritando que las mujeres la pasan peor que nosotros?
3. PORQUE EL MOVIMIENTO FEMINISTA HA HECHO MÁS PACATAS Y CONSERVADORAS A LAS MUJERES DE NUESTRO TIEMPO, a tal punto que referirnos a su cuerpo o figura, por más que sea un elogio, es interpretado como una ofensa a su dignidad. Y para muchas ya no es solo un agravio decirle lo bellas que están, sino el simple hecho de mirarlas o reprobarlas con la mirada. Si hemos llegado a este punto, muy pronto las feministas llegarán a validar el texto bíblico que dice que "todo el que mire a una mujer para codiciarla ya cometió adulterio con ella en su corazón" (Mateo 5:28), con lo cual estaremos llegando a un tiempo demasiado sombrío para el libre pensamiento, donde, al puro estilo de Yoko Ogawa, cada imagen mental, cada concepto e idea tendrán que ser evaluados por un policía, y si esa idea no cuadra con los estándares éticos y morales (que cada vez serán más altos y difíciles de alcanzar), pues tendremos que ser vilipendiados y llenados de deshonra.
Recuerdo a este respecto un artículo muy revelador de Javier Marías, titulado "Feminismo antifeminista", donde lamenta, y con mucho acierto, que el feminismo actual prohíba a las golfistas usar minifaldas, escotes y mallas, con pena de multa si lo hacen, o censurar a las azafatas a dar el beso en la premiación de ciclismo, con lo que no solo estarían inmiscuyéndose en la vida de los demás, sino, y más grave todavía, adoptando posturas de pueblos salvajes, donde a la mujer se la juzga por la cantidad de ropa que lleva puesta o por el contacto que tiene con los varones.
Decía Alfred Kinsey que muchas mujeres no pueden alcanzar el orgasmo en su relaciones sexuales porque durante gran parte de su vida se las ha privado, con temores y tabúes infundados, del reconocimiento de su propio cuerpo. Y por eso, una de los pilares del feminismo anterior a éste era dirigir a las mujeres a su libertad sexual; una libertad que les proporcionaría placer, disfrute y autorrealización. Sin embargo, el feminismo de la "cuarta ola" ha provocado un agravio más grande a la sexualidad femenina que el mismísimo catolicismo, puesto que señoras como Florence Williams, Alma Guillermoprieto y Judith Butler (estandartes del feminismo más repulsivo), se lamentan de tener tetas, vagina y un culo que levanta pasiones.
4. POR SU MANIQUEÍSMO, SEGÚN LA CUAL LAS MUJERES REPRESENTAN EL BIEN Y LOS VARONES EL MAL, y eso se demuestra cada vez que llega esta fecha, o el 25 de noviembre, y los movimientos progre sacan gigantescos reportes donde intentan hacernos creer que los varones somos una especie de infección generalizada que debería pasteurizarse. "Los hombres nos matan", "Los hombres nos celan", "Ellos nos quieren dominadas", "Los hombres son violentos", "Los hombres violan", "Los hombres son unos haraganes que desean que les sirvamos", "Sin ellos estaríamos mejor", etc. Y así, el pecado original que la Iglesia había atribuido a la mujer, se lo han endilgado a los varones, y ahora nosotros somos los culpables de todo.
Es que muchas de las activistas no entienden que la maldad no se encuentra inmersa en el sexo, sino en los genes, en las vivencias y experiencias de los individuos, y que incluso las mujeres podrían ser más violentas, sanguinarias y destructivas que muchos varones. Pero es tanta su necedad que se niegan a aceptarlo e incluso son indiferentes, al punto que, cuando la perpetradora de un abuso, un asesinato o acto violento, es una mujer, se quedan en silencio o tratan de justificarla. Ese es el caso de Magdalena Espósito y su novia Abigail Páez, quienes luego de una larguísima tortura y vejaciones terminaron con la vida del menor Lucio Dupuy, de tan solo cinco años, y de quienes a penas y se habló con condena en la prensa argentina. En ese caso, los grupos feministas nunca se pronunciaron, jamás reclamaron "todo el peso de la ley"; pues claro, si las mujeres son las agresoras, conviene callar, porque de lo contrario todo el teatrito se les cae encima.
O, por poner ejemplos nacionales, entre las más mujeres más peligrosas de nuestros país se encuentran: Elsa Luz Dávila Bardales y Silvia Mirey Flores Ricopa, a quienes se las busca por el denigrante (y nada feminista) delito de trata de personas; a Felipa Condori De Ccama, a quien se la busca por Homicidio calificado; a Edilia Ticona Quispe, requisitoriada por secuestro; y a Vilma Nicho Rojas por extorsión. O sea, que "el lado oscuro de la fuerza" no solo acoge a hombres, sino también a mujeres.
Pero, en pleno 08 de marzo, ¿será correcto sacar a la luz todo esto? Pues claro, si por todas partes se acostumbra a enumerar los habilidades y grandezas de las mujeres, pues hacemos bien en recordarles que también son buenas para el crimen.
CODA: Cuando veo a mi hijita durmiendo sé que ella puede ser una gran mujer, que su vida puede beneficiar a otros individuos, pero también me pongo sereno y pienso en los defectos que tiene, que es muy caprichosa y engreída, terca como una mula y refunfuñona, y por momentos me digo a mí mismo: ¡Ay del tipo que se enamore de ella, las que va a tener que aguantar! Y creo que, a pesar de todo, si ellos aprenden a conversar y a llegar a acuerdos, todo irá bien. Y lo mismo pienso del futuro esposo de mi hija. Quizá ahora sea un chiquillo llorón, que hace pataletas por todo y que no maneja todavía su fuerza muscular y suele ser agresivo, pero en el futuro, cuando ya sea grande, sabrá dirigir esa energía en la protección y cuidado de su familia. Y pensar así me hace bien.
Imagínense que me pusiera a pensar que el futuro esposo de mi hija será un machirulo pedante y mano floja, que le propinará cientos de golpes y que ella, pobre víctima del sistema, se dejará oprimir por él.
La verdad, pensar así me neurotiza. Por eso me pregunto: ¿cuánta salud mental tendrán las feministas de ahora? Puesto que muchas de ellas tienen esposo, tienen padres, hijos, primos o cuñados. Quizá deberían darse una vueltita por el psiquiátrico para hacerse un tamizaje... podrían llevarse sorpresas inesperadas.